El niño(a), día especial

Este día pareciera una oportunidad para reencontrarnos con nuestro niño interior. Durante tanto tiempo hemos estado ignorando esa cualidad inocente y abierta de todos nosotros.

Actualmente nuestras mentes son rígidas ante la vida y ante las relaciones. Es imprescindible cambiar nuestra manera de ser y nuestra manera de estar ante las circunstancias que nos rodean. Constantemente veo que la plataforma de relacionarnos es en base a una mente cerrada, adulta y que cree que lo conoce todo.

 

Al vivir con una mente rígida y cerrada nos estamos perdiendo de vivir la vida intensamente en inocencia, juego, disfrute y asombro.


Hasta ahora dime, ¿por cuánto tiempo nos hemos privado de vivir abiertos, alegres y asombrados de lo que está pasando alrededor de nosotros?. Hemos olvidado nuestro niño, hemos olvidado el jugar, nos hemos tomado la vida y a nosotros mismo muy en serio, olvidando las cualidades que de niños exploramos.

Llegó un momento donde me harté porque para serte sincero ya no podía ver la vida con ojos inocentes, ver la vida como una obra teatral donde todos estamos en un juego cósmico y experimentar que la vida es un regalo. Un regalo esperando a ser abierto por las manos del inocente.

Es por eso el deseo y la intención de ayudarnos a recordar esas cualidades que de niños experimentábamos, esas cualidades que reflejan potencial de exploración y de juego. Me acuerdo cuando era niño todo era fascinante, todo era magia, todo era motivo de asombro.

La vida en ojos de inocencia era maravillosa, no había mucho estrés, no había tantos miedos como actualmente se viven, el tiempo pareciera que era relativo, en momentos de estar jugando con amigos y seres queridos todo parecía pasar muy rápido, como si todo paso en un solo instante, en cambio en momentos de estrés y de soledad, pareciera que el tiempo duraba una eternidad, la vida no era pesada a no ser que tenía que estudiar o hacer la tarea para último momento.

La experiencia de estar perdido en el momento, en toda actividad era algo asombroso. No había la rigidez que actualmente vivimos, el creer que sabemos ha impedido estar abiertos humildemente a aprender más de uno, del prójimo y de la vida misma.

Al mismo tiempo, cuando éramos niños éramos auténticos, vivíamos en el momento, presentes y atentos, nos permitíamos expresarnos en cada situación como fuera porque no había juicios y no había condicionamientos sociales de como comportarnos.

Por consiguiente fluíamos con todo lo que se nos presentaba, no nos quedábamos estancados en una situación por mucho tiempo, sin importar que tan estresante pudiera verse desde afuera, con el tiempo fuimos reprimiendo sueños, anhelos, deseos y comportamientos por tratar de empatar y pertenecer al mundo, un mundo que nos empuja a madurar y a valorar la vida en base a posesiones y éxitos.

Antes el juego era el juego, antes no había meta, antes no teníamos que ser y hacer nada más que jugar la vida y descubrir lo que la vida tenía esperándonos a ser descubierta. No etiquetábamos la vida de ninguna forma.

Aquí hablo de la juventud de nuestro ser, no de nuestra edad, hablo de la inocencia, hablo del verdadero niño, y para aclarar hablo de esa cualidad de experiencia que sin importar edad o género todos tenemos, el niño interior es sinónimo de inocencia, es el equivalente a una conciencia pura y abierta.

No hablo de actuares infantiles, porque en estos tiempos se habla mucho del niño interior y ese niño interior es nada más que la pseudo personalidad del ego, donde la carencia, los miedos, las manipulaciones se activan para que uno adquiera y se le de lo que su mente está pidiendo, eso se ve en todos sin importar la edad. Actitudes infantiles se encuentran en niños como adultos y ese es el juego del ego, la mente separada de la inocencia y del jugar cósmico por vivir en diálogo interno.

Aquí enfatizo la cualidad de la inocencia, esas es la verdadera niñez, uno no se ve identificado por patrones auto-destructivos de miedo y de carencia, de necesidad y posesión.

Uno vive y experimenta esa cualidad conciente, atenta y totalmente Presente de la conciencia más pura del individuo, aquí es vivir, aquí es no tomarse la vida tan en serio, porque en uno no están fijas las posiciones de como uno debe de ser y actuar en esta vida, uno en esa conciencia pura, inocente y abierta no juzga ni justifica ninguna idea y ninguna posición.

 

Consciencia

Uno se auto-descubre con Conciencia abierta y se da uno cuenta que esta viviendo en amor. Ese es el beneficio de vivir esa cualidad que tienen todos sin importar el lugar ni la historia, nuestra propia conciencia.

Todos tenemos esa cualidad de jugar en la vida, de crecer en toda experiencia que estemos experimentando. Jóvenes en espíritu, jóvenes en mente y en corazón, dispuestos a entregarnos sin miedo a todo lo que la vida tenga para nosotros, abiertos de mente, abiertos a ser, a estar, a expresar y nunca más reprimir ni juzgar lo fascinante que es uno. Dejando pasar todos los pensamientos que nos dicen todo lo contrario a lo que nuestro Ser quiere expresar y vivir.

La invitación es, juega, intenta, cáete y vuélvete a parar, sigue, salta, innova, exprésate, siente, suelta, entrégate a ti mismo y a la vida en toda su totalidad.

Permítete salir de las cajas internas de lo que según debe de ser, como según uno se debe de comportar, como según uno debe de actuar, permite que tu ser se exprese y se libere de esas sutiles ataduras rígidas de protección.

Uno crea armaduras alrededor para protegerse, a no ser lastimado a no ser herido. El niño interior siempre será juzgado, mal entendido, no reconocido, será reprimido, porque depende de la aceptación, requiere del reconocimiento, necesita amor, necesita pertenecer, no quiere ser juzgado, no quiere ser herido.

La Conciencia está siempre presente, por consiguiente, vive inocente, joven y adulta al mismo tiempo, explora la libertad, vive en amor y se entrega ciegamente a todo porque esta conciente de su naturaleza, tu conciencia es libre de deberes, libre de actuares, libre de necesidades. En esta se encuentra la inocencia y el juego de toda experiencia.

No te tomes la vida en serio, permítete ser, no tengas miedo, quien tu eres es un Ser maravilloso, único y fantástico. Ahora sal y exprésate, diviértete, haz algo diario que te permita salir de  lo cotidiano, haz algo que te permita sentirte vivo, exprimiendo cada experiencia que la vida tiene que ofrecer. Juega, date un regalo, explora la vida como cuando eras niño viviendo en inocencia, auténtico y despreocupado por la siguiente experiencia que la vida te tiene preparada.

Disfruta de este día y que se éste una invitación a caminar presente y abierto por la vida, que todo esto sea el inicio a entregarte con ojos de inocencia a todo lo que se presente y que las cualidades de amor, apertura y paz profunda impregnen tu día a día. Camina sin miedos, sin deberes y sin apegos. Alégrate de estar vivo y que tienes mucho por explorar.

Recuerda tu naturaleza inocente.

~Sarkhan