Qué son los Chakras

Los Chakras es plural de la palabra chakra que proviene del idioma sánscrito que significa rueda, círculo, disco o vórtice. Es una palabra muy antigua y ha sido mencionada en antiguos libros sagrados llamados “Upanishads” que datan del siglo II D.C.

Los chakras son ruedas inmensurables de energía responsables de filtrar, ordenar y decodificar toda la energía que pasa por nuestro sistema nervioso. Estas ruedas de energía se encuentran ubicadas en el paso de la corriente energética que fluye dentro de nuestro cuerpo, a través de la columna vertebral y nuestro sistema nervioso central.

Estos vórtices son como estanques de agua en el fluir de un arroyo. Son como filtros de la corriente de energía. En conjunto trabajan como un prisma que es capaz de refractar, reflejar y descomponer la luz.

Lo que da vida y alimenta a este arroyo de energía son las diferentes experiencias que acumulamos en nuestra vida. Algunas experiencias pueden ser positivas, mientras que otras pueden estar teñidas de dolor, apegos, remordimientos, miedos, soledad, enojo, abandonos, culpas, etc.

En función de las experiencias, algunos de estos 7 estanques primordiales de nuestro Ser se encuentran libres para permitir el flujo de la energía. Otros están más bloqueados con lo que no permiten que la energía fluya quedándose estancada y por tanto, frenando el propósito de cada rueda de energía que es llevarnos a niveles más elevados de bienestar y de gozo.

Cuando un chakra se encuentra en estado puro, transparente y libre, su funcionamiento es suave, fluido y armonioso y gira sobre su eje en un movimiento espiral ascendente. En cambio cuando un chakra se encuentra bloqueado, cerrado o cristalizado, éste girará de forma lenta, violenta y torpe y puede llegar a girar en sentido contrario a su naturaleza de espiral ascendente.

Se cree que cuando los chakras permanecen bloqueados, la energía Kundalini, responsable de la evolución espiritual, se encuentra dormida y enroscada en la base de la columna vertebral esperando a ser despertada para comenzar el viaje interno hacia estados elevados de conciencia.

El estado de nuestros chakras refleja la manera en como nos experimentamos a nosotros mismos y a nuestro entorno. Si la conciencia humana se bloquea por la ilusión mental del ego, los chakras, a su vez, resultan bloqueados. Esto se traslada a la manera en como reaccionamos ante las circunstancias de la vida. Cada pensamiento, emoción y programa interno se traduce en un tipo de movimiento y comportamiento en los chakras.

Todo lo que percibimos, interpretamos, sentimos y experimentamos puede dividirse en siete categorías. Cada categoría puede asociarse a un chakra en concreto. Así pues, los chakras no sólo representan partes concretas del cuerpo físico, sino también zonas concretas de la conciencia.

 

Éstas son las 7 categorías o chakras:

Muladhará

El 1º, que es el chakra raíz, el de la tierra, éste es el que se activa para brindar supervivencia, confianza, seguridad e instinto. Se encuentra en la base de la columna vertebral. Éste es bloqueado por las experiencias que han detonado el miedo, inseguridad y amenaza. El miedo paraliza y nubla nuestra conciencia. Sin embargo, este chakra en estado puro es reflejo de una mente alerta y tranquila, anclada en una seguridad inamovible.

Svadishthana

-El 2º. Éste se encuentra en el sacro, es el del agua, el que rige las emociones, el placer, la energía creativa. Éste frecuentemente está contaminado por la culpa, el juicio y el deseo. Todas las experiencias empiezan con uno mismo. ¿En qué nos juzgamos?, ¿en qué circunstancias hemos creído que hemos pecado?. Cualquier tipo de juicio es sumamente violento, envenena nuestra energía y ésta impacta en nosotros y después en los demás. Si dejamos ir las experiencias teñidas de culpa, juicio y opinión, nuestra mente se libera y entra en un estado mental de sabia comprensión.

Manipura

-El 3º, éste es el del fuego y se encuentra en el plexo solar y lo rige la mente, el poder, la fuerza de voluntad, el control y la libertad. Hemos pasado por algunas experiencias donde nos encogemos por la vergüenza, donde nos hemos decepcionado y sentimos que no tenemos las fuerzas para salir adelante. Somos títeres de nuestros pensamientos. El equilibrio llega cuando abrazas todas tus partes, aprendes de ellas y ves el propósito profundo de toda experiencia, entonces surgirá la libertad mental y la fortaleza inquebrantable de tu ser.

Anahata

-El 4º, éste es aire y se encuentra en el corazón. Se vincula con el amor, la devoción y la compasión. Lo que lo bloquea es el dolor, las aflicciones, el miedo a ser heridos, a ser rechazados, a quedarnos solos, la pérdida de algo o alguien, las relaciones. La experiencia de abandono y de separación bloquean el flujo del reconocimiento de la existencia del amor infinito que nos rodea siempre. A veces este amor toma una forma y a veces otra, pero está siempre presente.

Vishudha

-El 5º, éste conecta con el éter y se encuentra en la garganta, el chakra del sonido, del habla, la autoexpresión y se vincula con la verdad. Se bloquea con las mentiras o cuando no hablamos de manera verdadera y auténtica porque pasamos la energía interna, que necesita ser expresada, por nuestros filtros y condicionamientos mentales. Sostenemos muchas mentiras de nosotros mismos y de la vida. Al no reconocer la Verdad, éste chakra se encuentra rígido y comprimido.

Ajna

-El 6º, éste es el de la luz y se encuentra en el centro de la frente. Éste tiene que ver con la intuición y el discernimiento, cuando no está haciendo su función es porque en algún aspecto ha ganado la ilusión. La ilusión más grande de este mundo es la de la separación. Todos somos un sólo Ser, todos estamos conectados, todos formamos parte de una sola experiencia. Todo lo que es, es el Ser, todo es el Uno. Todo es la Conciencia Suprema.

Sahasrara

-El 7º, el cuál es el del espacio y se encuentra en la corona de la cabeza. Su naturaleza es la del pensamiento, la trascendencia y la conexión con la divinidad. Por aquí fluye pura energía cósmica y se bloquea por los lazos inconscientes mundanos. Los apegos, las necesidades, la idea del yo, la identificación con la mente, nuestras creencias, los conceptos, las cadenas internas, los lazos y nudos que nos conectan con lo demás. Internamente vivimos inconscientes y encarcelados en la prisión de la mente, del ego y de la dualidad, esto impide que nos conectemos y podamos vivir con nuestra conciencia en libertad y conectados con nuestra propia divinidad, experimentando la Unicidad de las cosas.

La manera más simple de limpiar y purificar nuestros chakras y que se dé una sanación de nuestro sistema nervioso es entrar en conciencia a nuestra naturaleza.

Cuando nuestro sistema nervioso se encuentre puro y limpio, entonces podremos finalmente experimentar el propósito de la vida a través de cada uno de nuestros centros energéticos. Al trascender las estructuras del ego, la energía evolutiva Kundalini también conocida como el poder de la serpiente, despertará naturalmente y fluirá libremente por el arroyo de energía promoviendo una evolución de conciencia.

Nuestros sentidos, nuestro entendimiento y nuestra conciencia regresarán a su estado natural en donde se irán expandiendo hacia niveles más elevados y profundos de amor, paz y gozo.

Los chakras en su estado más puro y cristalino brindan una experiencia de inocencia ante la vida, nos anclan al Presente y promueven la liberación expansiva e imparable de la Conciencia.

Los chakras una vez despiertos brindan la experiencia real y ordinaria de que todo es “El Uno”.

~Sarkhan