Espiritualidad

Hemos crecido y nos hemos acostumbrado a vivir fuera de nosotros. Nuestros sentidos, nuestras mentes, nuestros deseos y anhelos están enfocados en todo lo que está pasando en nuestro exterior. Caminamos y tomamos decisiones en base a lo que mundo externo pudiera ofrecer y pudiera llenar aspectos y partes de nosotros que requieren satisfacción.

Esto ha hecho que nos perdamos en un laberinto de ideas, emociones y conceptos, creando esto lucha, duda y conflicto. Al estar uno empeñado en buscar la felicidad y el amor en las personas o en ciertas situaciones, nos vemos enfrentados con la realidad de que eso en donde ponemos nuestras esperanzas, está sujeto a la ley del cambio, de la transformación y de la impermanencia.

¿Qué sucede entonces?, que estamos en una experiencia de vida que sube y baja constantemente, sujeta y dependiente de cómo este nuestro mundo exterior entonces es cómo vamos a experimentar nuestro mundo interior.

Buscamos la seguridad y el poder en las cosas materiales, el amor y el acompañamiento en tener y buscar la pareja perfecta, conocernos y sentirnos merecedores en tratar de ser alguien en la vida, la felicidad y la paz en buscar tener mucho dinero, etcétera.

En verdad hemos puesto en nuestra lista en último lugar a nosotros, a Dios y a nuestra plenitud. Estos van de la mano, uno junto con el otro. Nuestra conciencia está perdida por el estímulo sensorial de la vida y sus sabores.

Buscamos que el exterior satisfaga aspectos carentes de nuestro interior, ya que no nos experimentamos como seres espirituales, teniendo y experimentando la vida, nos experimentamos como egos, individuos, limitados, con miedos, apegados y necesitados de reconocimiento, amor y aceptación. Esto está muy lejos de la verdad, tu interior tiene tanto que ofrecerte, tanto por descubrir y mucho más hermoso de lo que pudieras imaginar.

Dentro de cada uno de nosotros se encuentra un tesoro por tanto tiempo buscado y por muy pocos encontrado, nuestro interior es el último lugar al cual hemos puesto atención, donde siempre la paz, la felicidad y el verdadero amor han estado ahí pacientemente esperando. Luego desde adentro podrás experimentar la vida en inocencia, asombro, desapego, puro y entregado. Dentro de ti, hay mucho más por descubrir que cualquier viaje que hagas alrededor de la tierra o a cualquier otro lugar.

La entrada al Silencio Eterno, a Dios y a la Conciencia siempre ha estado dentro de ti. Entra y sumérgete, que el mundo del espíritu y su sabor celestial, espera a los aventureros y a los que toman riesgos por descubrir lo desconocido.

~ Sarkhan